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26.11.10

Un ahorrador que no se fía de los bancos

Un británico de 68 años ha denunciado a la policía la pérdida de 94.500 euros que puso encima de su automóvil para después arrancar sin darse cuenta que el dinero aún seguía allí arriba. El hombre, que ha confesado su absoluta desconfianza hacia los bancos, tenía el dinero en una bolsa que llevaba y traía de su trabajo a diario.
El ahorrador -que no ha querido ser identificado- cuenta que eran los ahorros de toda su vida. Cada año conseguía atesorar unos 1.300 euros que metía debajo del colchón para lo que le deparara el futuro. Y es que al principio ese era el lugar donde escondía su dinero, porque tenía un perro que cuidaba su casa. Pero al morir su mascota pensó que sería mejor llevarse cada día el dinero a su trabajo y dejarlo dentro del auto, que mantenía vigilado en todo momento: “Mi coche nunca estaba a más de tres metros de distancia y no le quitaba los ojos de encima”, afirma.
El desgraciado día en el que perdió todo fue este pasado 18 de noviembre cuando salió de su hogar muy temprano por la mañana y puso el dinero sobre el techo de su auto, arrancó y se fue. Cuando el hombre se dio cuenta de su torpeza regresó a la calle con su nieto para que le ayudara a buscar el dinero. De más está decir que solamente encontró algunas bolsas vacías, pero ni rastro de los billetes.
La policía, que ha confirmado totalmente la historia, está ahora investigando los hechos y revisando las imágenes de las cámaras de vigilancia.

25.11.10

La pausa del café en el trabajo

Ocho de cada diez trabajadores que cuenta con servicio gratuito de cafetería en su misma empresa incrementa su eficiencia durante la jornada laboral. Así lo demuestra un estudio elaborado por la Escuela de Salud Pública y Medicina de Londres (Reino Unido) donde el 80 por ciento de los trabajadores analizados experimentaron una mejora de su eficiencia cuando se ofrecía servicio gratuito de café en la oficina. Según los investigadores, la ingesta de cafeína en horario laboral "incrementa la capacidad de respuesta, ayuda a cometer menos errores y mejora el rendimiento de los empleados". Así, quizá después de conocer estos resultados, muchos jefes de equipo y directivos se piensen dos veces eso de castigar o desaconsejar la pausa del café ya que permitir a sus subordinados unos minutos de descanso para tomar un expreso, uno solo o con leche tiene un efecto inesperadamente positivo en la productividad de la empresa.
Pero no solamente esto... Ese café que tomamos para despejarnos por la mañana, el de antes de una reunión o el de después de comer son, además de una garantía de mejora de la productividad, la fórmula perfecta para prevenir los accidentes laborales ya que su principal componente, la cafeína, influye sobre nuestro sistema nervioso aumentando la capacidad mental y la percepción, favoreciendo la concentración, la memoria a corto plazo y mejorando el estado de alerta durante los momentos de vigilia deseada en personas con jet lag o trastornos del sueño.
Un sondeo realizado por la consultora de mercado Harris Interactive prueba que los trabajadores que consumen café en la empresa encuentran que este hábito les aporta un repunte de energía, en especial cuando los horarios de oficina son muy largos. Y, por si fuera poco, también aumenta la jornada real de trabajo, ya que los empleados que salen a tomar café pierden hasta tres veces más tiempo que quienes lo saborean en sus escritorios.
Curiosamente, y pese a lo que pudiera parecer, el café en la oficina es una práctica menos extendida de lo que se supone. Así, casi un 60 por ciento de los millones de cafés que se consumen al año se disfrutan en el hogar, y solamente un 12 por ciento se sirven en máquinas de venta instaladas en las oficinas o centros de trabajo.
No obstante, el café no hace milagros si no está acompañado de una buena conversación. La profesora Charlice Hurst, profesora de Comportamiento Operativo en la Escuela de Negocios de la Universidad de Ontario (Canadá), afirma que tomar el café junto a los compañeros de trabajo "no es una pérdida de tiempo" sino que "aumenta la sensación de felicidad" de los trabajadores y eso "redunda en beneficio de la organización". Aunque también hay que tener cuidado con la cafeína: los médicos advierten que más de tres cafés al día pueden ser perjudiciales y dificultar la conciliación del sueño y el merecido descanso nocturno.